domingo, 30 de diciembre de 2012

Menos drogas y más caricias

Cada vez es más frecuente el consumo de drogas entre los jóvenes y, por ello,  debemos saber: ¿cómo reacciona nuestro cerebro ante el consumo de una droga como la morfina?

Antes de responder a esta pregunta debemos conocer esta curiosidad:
Cuantas más caricias maternas recibamos durante nuestra infancia, mayor es la capacidad que tenemos de resistir la tentación de consumir drogas y otras sustancias.
Esto se debe a que al tener contacto físico con nuestra madre, aumenta la producción de una molécula (Interleucina-10) que puede modificar la respuesta del cerebro ante sustancias que crean adicción.

Una vez conocido esto, ya podemos responder a la pregunta sobre la reacción de nuestro cerebro. Pues bien, cuando consumimos una droga como la morfina, se activan en el cerebro células de la glía que producen moléculas inflamatorias que mandan señales a un centro de recompensa.
En cambio, cuando interviene la Interleucina-10, ésta contrarresta la inflamación y reduce la señal, de manera que no se crea adicción a la sustancia.





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